viernes, 28 de octubre de 2011
Saper Bramate
No sé si os gustará la ópera, o si alguna vez habéis visto alguna en algún teatro (impresiona mucho verla en directo). A mí me gusta bastante, especialmente la barroca, que es más fácil de escuchar, ya que se parece más a un teatro que la ópera de épocas posteriores, donde prima la música sobre la narración.
El link que os dejo es de un fragmento que conocí por casualidad. Aparece en la banda sonora de una peli que me encanta, Barry Lyndon, de Stanley Kubrick, en la escena del juego de cartas, que podeis ver en la imagen que ilustra el post.
La ópera a la que pertenece el fragmento se llama Il Barbiere di Siviglia, pero es la obra de Giovanni Paisiello, con libreto de Petrosellini, y no la versión más conocida, que es la que hizo Rossini con posterioridad, ni la original, también poco conocida, de Beaumarchais.
El argumento es una comedia de enredo, con diferencias según la versión. En este caso, escuchamos a Lindoro, alter ego del Conde Almaviva, cantándole una cavatina a su amada Rosina a través de la ventana. En ella, le dice su (fingido) nombre y le "confiesa" que no dispone de recursos económicos, ya que el objetivo del conde es que Rosina se enamore de él y no de su dinero. Al final Rosina le corresponde, pero de golpe se cierra la ventana...
http://www.youtube.com/watch?v=hcm55lU9knw
La mujer en los felices años 20
El papel de la mujer en los años 20 cambia sustancialmente a causa del impacto de la Primera Guerra Mundial.
Durante el conflicto, la mayoría de los hombres lucharon en el frente, y por esto, las mujeres tuvieron que hacerse cargo de los trabajos que los hombres habían abandonado. Aunque parece algo sin importancia y circustancial, la verdad es que representó el primer paso para la incorporación de la mujer a la vida laboral. Después de la guerra, los hombres volvieron al trabajo, pero algunas mujeres no quisieron abandonar esta pequeña pero importante conquista.
Por otro lado, comenzaron a cobrar importancia los movimientos feministas, surgidos a primeros de siglo, que pedían para la mujeres derechos fundamentales, como el derecho al voto.
La mujer característica de los años 20 es la llamada flapper, una mujer que rompe con las convenciones sociales, con lo establecido. Las flappers son mujeres que llevan vestidos cortos, lucen peinados nuevos (bob cut o garçonne) y usan mucho maquillaje. Además, escuchan y bailan jazz y charleston, fuman en largas boquillas y beben alcohol de alta graduación. También es frecuente que esnifen cocaína o fumen opio, conduzcan automóviles a gran velocidad y tengan una visión liberal de la sexualidad.
Las mujeres de esta época, como decíamos, querían trabajar, se rebelaron contra su posición de mujeres florero, y para ello necesitaban ropas cómodas, sencillas. Moverse con la opresión del corsé era una de las dificultades a las que tenían que enfrentarse estas mujeres diariamente. Y es en este momento en el que empieza a desaparecer. El corsé es símbolo de la opresión masculina, y es ahora cuando algunas mujeres se atreven a quitárselo, a salir a la calle sin él.
Una mujer representativa de la época es la diseñadora Cocó Chanel. Cocó criticó la moda de su época: grandes sombreros, mujeres cargadas de pieles de animales y flores, corsés y recargados diseños. Ella creó una moda acorde a las necesidades femeninas. Comenzó abriendo una tienda de sombreros en París en 1909, y once años después inaguró la primera Chez Chanel en el número 21 de la Rue Cambon. Coco eliminó la moda recargada que imperaba, diseñando prendas sencillas y cómodas, de líneas rectas, pero con un toque de alta distinción; su moda fue rápidamente adoptada por el encumbrado público parisino.
Lenguas de Gato
Aquí os dejo la receta de unas galletas deliciosas y fáciles de hacer: las lenguas de gato. Hay diferentes formas de mezclar los ingredientes, yo os pongo la que me ha dado mejor resultado.
Ingredientes:
125 gramos de harina blanda
125 gramos de azúcar
125 gramos de mantequilla pomada
3 claras de huevo
Un pellizco de sal.
Unas gotitas de esencia de vainilla.
Elaboración:
Mezclamos la mantequilla pomada (mantequilla pomada o a punto de pomada significa mantequilla a temperatura ambiente, fácilmente trabajable) con el azúcar, y trabajamos hasta que se mezcla bien. El azúcar puede ser la mitad normal y la mitad glass, con lo que la mezclá será más fácil. También podemos utilizar azúcar avainillado, en sustitución de la esencia de vainilla.
Añadimos a continuación la harina, bien tamizada y aireada, e igualmente mezclamos.
Después incorporamos las claras y trabajamos.
Por último añadimos la sal y la vainilla y mezclamos bien hasta obtener una pasta lisa y homogénea
Ponemos la pasta en un bol, lo tapamos con film transparente y lo guardamos en el frigorífico durante una hora.
Pasada la hora, lo sacamos de la nevera y dejamos que se atempere.
Metemos la masa en una manga pastelera y vamos haciendo pequeñas tiras sobre una rejilla de horno cubierta con papel parafinado.
Horneamos a 180 grados durante unos 6 o 7 minutos, o hasta que veamos que los bordes comienzan a oscurecerse.
Sacamos la bandeja y dejamos reposar hasta que la galleta se endurezca.
Una vez enfriadas, conservamos en un lugar fresco y seco. Son perfectas para acompañar té o café, o bien sorbetes y mousses.
Arts and Crafts
Arts and crafts es un movimiento surgido en la Inglaterra Victoriana. Sus principales ideólogos e impulsores son William Morris y John Ruskin.
Ambos vivían en la nueva sociedad industrial, que la mayoría consideraba beneficiosa para el hombre, porque permitía el progreso, pero no todos estaban de acuerdo.
Morris y Ruskin, creían que la sociedad industrial apartaba al hombre de la naturaleza y de la tradición. Un artesano de dos siglos atrás, habría sentido amor por su trabajo; por ejemplo, un libro del medievo era copiado, ilustrado e iluminado durante años, los monjes lo hacían con sumo cuidado, desarrollaban un gran amor por su trabajo y por el objeto que creaban, que era único.
Pero ahora, en la sociedad actual, los bienes de consumo estaban mucho más demandados, y para abaratar el coste, se producían en serie. Eso provocaba que los obreros se especializasen en una sola operación, que repetían hasta la saciedad. Así era más rápido y más barato, pero no amaban su trabajo, ni se creaba ninguna conexión con el objeto que creaban.
Por esto, Morris quiere dar marcha atrás, volver a la artesanía, al amor por el trabajo. Crea un movimiento artístico que dignifica al hombre y al trabajo sobre la máquina, reivindica la artesanía y el sistema gremial medieval.
Del mismo modo, los motivos decorativos del movimiento, se basan en motivos medievales, sobre todo florales, pero también recoje la tradición literaria y legendaria medieval, especialmente inglesas. Otras fuentes de inspiración son los grabados japoneses y los artesonados y azulejos musulmanes.
Quieren crear objetos bellos que embellezcan las vidas cotidianas, y por ello, fabrican todo tipo de objetos: libros, muebles, papeles de pared,...
Relacionado con este movimiento está el arquitecto Owen Jones, quién publicó The Grammar of Ornament, que se convirtió en libro de cabecera de esta corriente.
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